ARZOBISPÓN DE NUEVA ORLÉANS ATROPELLA A LOS POBRES PARA COMPENSAR CON MISERIA A LAS VÍCTIMAS DE ABUSO CLERICAL

Traducción del Comentario de los Padres de TRADITIO.

   

El astuto Gregory Aymond, arzobispón de Nueva Orléans (Luisiana), lejos de ser un “santo”, ha ofrecido a los niños víctimas de sus presbíteros una miseria comparativa, toda vez que propone una octava parte para los niños de lo que otra víctima recibió en un juicio por jurado.

En el proceso, Aymond también victimizó a los ancianos y a los pobres.  

  

Resulta irónico que Nueva Orléans (Luisiana), tenga un equipo de fútbol americano de las grandes ligas llamado los “Santos”, ya que lo que ocurre en Nueva Orléans, en lo que respecta a la Iglesia Sinodal del Nuevo Orden, es todo menos santo. La archidiócesis y su arzobispón, Gregory Michael Aymond Higgins, llevan ya cinco años envueltos en uno de los peores escándalos de delitos sexuales.

Los obispones siempre intentan engañar a las víctimas de agresiones sexuales por parte de sus presbíteros para que no reciban una justa compensación —un pecado mortal contra la justicia—, y Aymond también estaba en esa situación. Pero las víctimas se mantuvieron firmes, así que Aymond decidió hacer una obra de “caridad” y vender “Christopher Homes”, una propiedad que ofrece viviendas asequibles a personas de bajos recursos y ancianos, a fin de aumentar el fondo de compensación a 230 millones de dólares estadounidenses para las 660 víctimas infantiles. Así pues, tras haber victimizado a los niños agredidos, ahora son las personas mayores y los pobres quienes están siendo victimizados. Solo la corrupta Pseudoiglesia podría pensar en algo así [Parte de la información para este Comentario proviene del National Catholic Register].

Católicos tradicionales, la Archidiócesis de Nueva Orléans se encuentra en bancarrota desde 2020. Los 348.484,84 dólares estadounidenses por cada víctima que ahora propone el arzobispón Gregory Aymond son apenas una octava parte de lo que recibió una víctima en un caso similar después de un juicio por jurado, 2’400.000 dólares estadounidenses, por lo que los niños víctimas una vez más están siendo victimizados.