Tuvo lugar la visita de Carlos Mountbatten-Battenberg y Camila Shand como reyes de Gran Bretaña a León XIV Riggitano-Prévost al Vaticano.
Entrando por el Arco de las Campanas, y con las notas del himno God save the King por la Guardia Pontificia, la delegación encabezada por los monarcas británicos fue recibida por el “monseñor” Leonardo Sapienza RCJ, Regente de la Casa Pontificia, y se dirigió por la Plaza de San Dámaso a la Sala Regia del Palacio Apostólico donde tuvieron una audiencia privada con Riggitano-Prévost e intercambiaron regalos: un icono de San Eduardo el Confesor y una réplica en primer plano del mosaico de Cristo Pantócrator de la catedral de Monreale.
Acto seguido, Carlitos se reunió con el negacionista cardenal Secretario de Estado Pietro Parolin Miotti y el sustituto para las Relaciones con los Estados [= Ministro de Asuntos Exteriores] el arzobispón Paul William Gallagher, abordando temas de las relaciones bilaterales e intereses comunes: Cambio climático, migración y ecumenismo.
Posteriormente se dirigieron a la Capilla Sixtina, donde participaron de un servicio ecuménico de oracion amenizado por la Capilla Real del Palacio de San Santiago en Londres, la Capilla del Palacio de San Jorge en Windsor y la Capilla Musical Pontificia Sixtina, que interpretaron piezas del compositor católico inglés del siglo XVI Thomas Tallis (Dato de color: el servicio estaba para las 12:00h, pero empezó veinte minutos después). Allí la ministra de Asuntos Exteriores británica Yvette Cooper leyó un pasaje de la carta de San Pablo a los Romanos.
El momento culminante fue cuando los dos jefes de sus respectivas iglesias, a saber, Riggitano-Prévost y Mountbatten-Battenberg, leyeron la doxología trinitaria de 2.ª Corintios XIII, 14: «La gracia de nuestro Señor Jesucristo, y el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo estén con nosotros para siempre». Cosa que sería menos que impensable entre Clemente VII Médici y Enrique VIII Tudor.
Estuvieron del lado protestante el arzobispón de York y Primado de Inglaterra Stephen Geoffrey Cottrell y la moderadora [= jefe] de la Asamblea General de la Iglesia Presbiteriana (Calvinista) de Escocia Rosemary “Rosie” Frew, y del lado deuterovaticano el cardenal de Westminster Vincent Gerard Nichols Russell y el arzobispón de San Andrés y Edimburgo Leo William Cushley.
Acabado el servicio, Carlos y Camila se dirigieron a la Basílica de San Pablo Extramuros para un servicio de vísperas. Carlos, investido como Cofrade real de la abadía, estrenó la silla con su blasón en la cabecera que le obsequiaron.
La visita se dio después que la Conferencia sobre el Futuro Anglicano Global (GAFCON) declaró no reconocer a la recién electa arzobispona de Canterbury Sarah Mullally como primada de la Comunión Anglicana, y en medio de la polémica en la Casa Real Británica por la amistad del príncipe Andrés Mountbatten con el proxeneta judeo-estadounidense Jeffey Epstein y la revelación póstuma de las memorias de Virginia Roberts Giuffre (entre ellas haber sido obligada a tener relaciones sexuales con ambos) por las cuales (bajo presión de su primo Carlos) Andrés renunció al tratamiento de Alteza Real y al uso de los títulos de Duque de York, Conde de Inverness y Barón Killyleagh.
Al entonces presidente mejicano Vicente Fox Quesada y María Marta Jiménez (ambos adúlteros, al casarse estando divorciados) les hubiese gustado que Karol Wojtyła los recibiera juntos en la audiencia privada que Marcial Maciel Degollado les consiguió a cambio de un sector de playa en Cancún aquel 10 de Octubre de 2001 donde le arrancaron la última visita a Méjico al año siguiente (como develó años después el periodista José Raúl Olmos Castillo).
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El protestante Kyle Paisley Cassells, hijo del fallecido exdiputado unionista norirlandés y fundador de la Iglesia Presbiteriana Libre de Ulster Ian Richard Kyle “Mr. No” Paisley Turnbull barón de Bannside (que en 1958 acusó a la princesa Margarita Windsor y la reina madre Isabel Bowes-Lyon de «cometer fornicación y adulterio espiritual con el Anticristo» al reunirse con Roncalli, y protestó contra el izamiento a media asta de la bandera británica por su fallecimiento en 1963 diciendo «¡Ese hombre de pecado papista está en el Infierno!», en 1970 protestó contra la celebración del primer servicio Novus Ordo en Canterbury desde el cisma anglicano, instigó y justificó ataques anticatólicos en la época de “Los Problemas”, en 1988 interrumpió el discurso de Wojtyła en el Europarlamento diciendo «¡Te denuncio a ti, Anticristo, y a tus falsas doctrinas!» –recibiendo una bofetada del archiduque Otón de Habsburgo-Lorena y Borbón-Parma que lo sacó del recinto–, y en 1998 se negó a firmar el Acuerdo del Viernes Santo), le exigió la abdicación a Carlos por romper su juramento de “sostener la religión protestante” que hizo el día de su coronación:
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